El franquismo supuso el fin de la democracia y de las libertades; consolidó un sistema de valores machistas que retornaba a la mujer al hogar y la consideraba inferior, tanto jurídica como legalmente.
La situación de la mujer en España era de total subordinación respecto al hombre. El peso de la Iglesia Católica de una mentalidad conservadora y machista dejaba a la mujer "en casa y con la pata quebrá". El franquismo creó su nuevo tipo de mujer: madre, esposa, guardiana del hogar y de la familia, abnegada, entregada, sumisa, obediente al hombre y "muy de su casa". No podría salir a la calle sin su marido.
Educación y buenas costumbres
Se prohibió la coeducación. Las mujeres impartían la Sección Femenina, en la cuál se les enseñaba el "destino fundamental de las mujeres": ejercer de madre y esposa; también era inferior al de los chicos. Seguían normas sobre el comportamiento social y buenas costumbres, y también de vestimenta.